Durante el CS2 Major de Copenhague, un evento histórico tuvo lugar, pero lamentablemente, no de manera positiva. Durante el enfrentamiento de Cuartos de Final entre G2 Esports y Mouz, varios individuos irrumpieron en el escenario, deteniendo el juego y provocando caos. Las fuerzas de seguridad actuaron rápidamente para restaurar el orden, pero un incidente inesperado ocurrió: mientras intentaban detener a uno de los manifestantes, accidentalmente derribaron el trofeo expuesto en el escenario, dejándolo dañado.
El motivo detrás de este caos inicialmente parecía ser espontáneo, pero nuevas revelaciones han arrojado luz sobre una disputa entre dos páginas de apuestas durante años. Resulta que una de estas páginas es un patrocinador de G2 Esports, y la otra habría pagado a los manifestantes para interrumpir el encuentro y afectar a su oponente. Este acto vergonzoso mancha la reputación de los deportes electrónicos y destaca la necesidad de abordar prácticas cuestionables en la industria.
El incidente no solo interrumpió el torneo, sino que también causó daños materiales y podría tener repercusiones legales para los responsables. Los eventos como este subrayan la importancia de la seguridad en los eventos deportivos electrónicos y la necesidad de proteger la integridad de la competición.
Es crucial que las autoridades tomen medidas enérgicas contra quienes intentan manipular o sabotear eventos deportivos electrónicos. Los espectadores y los jugadores merecen un entorno seguro y justo para disfrutar de la competición sin interferencias externas.