A pesar de que Windows 10 dejará de recibir soporte en octubre de 2025, casi la mitad de los jugadores de PC siguen utilizándolo. A través de la encuesta de hardware y software de Steam, se ha revelado que Windows 10 se mantiene en el 48,66% de los ordenadores para jugar, mientras que Windows 11 está ligeramente por detrás con un 47,69%.
Desde que Microsoft anunció el fin de Windows 10 y dejó de venderlo en enero de 2024, ha invitado a los usuarios a actualizarse a Windows 11, destacando sus mejoras en juegos como Auto HDR y DirectStorage. Sin embargo, la adopción del nuevo sistema operativo ha sido más lenta de lo esperado. En la encuesta de agosto, Windows 11 superó a Windows 10 con un 49,17%, pero los porcentajes han ido variando.
¿Por qué los jugadores no quieren actualizar?
Existen varias razones por las que los jugadores se muestran reticentes a dar el salto a Windows 11. A pesar de las mejoras técnicas, Windows 10 sigue siendo un sistema operativo estable y eficiente. Muchos jugadores están satisfechos con su rendimiento, y cambiar de sistema operativo puede generar temor ante posibles bugs o errores. Además, los requisitos de hardware, como el TPM (Módulo de Plataforma Segura), han complicado la actualización para algunos, lo que añade más incertidumbre al proceso.
Lanzado en 2015, Windows 10 ha demostrado ser confiable para millones de usuarios, especialmente en la comunidad de jugadores. A medida que su soporte oficial llega a su fin, es probable que más usuarios terminen actualizándose a Windows 11 cuando ya no tengan otra opción. Sin embargo, la reticencia actual refleja la comodidad y estabilidad que muchos encuentran en Windows 10, al menos hasta que su soporte y seguridad desaparezcan por completo.
Con un año antes de su fin, la batalla entre Windows 10 y Windows 11 sigue viva en la comunidad de PC gaming, pero la transición será inevitable.