El mundo del gaming en PC ha sido testigo de una práctica que ha sido casi un rito de paso para muchos: el overclocking. Durante décadas, los entusiastas de la tecnología se aventuraron a exprimir al máximo el rendimiento de sus procesadores o GPUs, jugando con voltajes, disipadores de calor caseros y ajustes en la BIOS. Sin embargo, parece que esta práctica está destinada a desaparecer gradualmente, gracias a los avances en software que hacen todo el trabajo por ti.
Según expertos como Nick Evanson, reconocido como uno de los gurús del PC Gaming, el overclocking se está volviendo cada vez menos relevante en estos días. Evanson, con más de 30 años de experiencia en la industria y un historial impresionante en empresas como Futuremark y 3DMark, afirma que los componentes actuales han dejado atrás la necesidad de overclocking, que antes se realizaba para obtener el máximo rendimiento posible de un PC.
El testimonio de Evanson es revelador. Hace unos seis o siete años, quizás el último overclocking significativo que intentó fue aumentar el rendimiento de una tarjeta gráfica Titan X Pascal. Sin embargo, ahora ni siquiera se molesta en hacer overclocking. Según él, su CPU, un Core i7 9700K, funciona a velocidades de stock, lo que es más que suficiente para sus necesidades.
Evanson también menciona que las tarjetas gráficas modernas prácticamente se overclockean solas. Esto se debe a que, si la GPU no está limitada por sus límites de potencia y térmicos en un juego, el chip funcionará a una velocidad de reloj más alta que la máxima reclamada por su fabricante.
A pesar de que Evanson reconoce que el overclocking podría nunca desaparecer por completo, advierte que se ha vuelto menos relevante con el tiempo. Ya no se obtienen ganancias significativas de rendimiento como solía ser el caso en el pasado.
La introducción de tecnologías como el escalado de resolución y la generación de cuadros también ha contribuido al declive del overclocking. Además, el avance en el software, como la reciente NVIDIA App, está demostrando que es posible mejorar el rendimiento del hardware sin necesidad de overclocking manual.
La NVIDIA App, lanzada junto con el último controlador NVIDIA Game Ready, es un ejemplo perfecto de cómo el software está eclipsando al overclocking. Con características como RTX Dynamic Vibrance, que mejora la claridad visual por aplicación, los jugadores ahora tienen una forma más conveniente de ajustar su configuración visual para cada juego, sin necesidad de realizar overclocking manual.
En resumen, mientras que el overclocking fue una vez una práctica común y emocionante en el mundo del gaming en PC, parece que su tiempo está llegando a su fin. Con avances constantes en software y tecnología, los usuarios pueden obtener un rendimiento óptimo de sus sistemas sin tener que preocuparse por ajustes manuales complicados.