La plataforma digital Steam ha comenzado a cambiar su lenguaje en las compras de videojuegos para ajustarse a una nueva ley de California que impide el uso del término «comprar» cuando, en realidad, los usuarios están adquiriendo una licencia de uso y no el producto en sí. Esta normativa fue aprobada a finales de septiembre con el objetivo de garantizar mayor transparencia en la venta de contenidos digitales, como videojuegos, música y películas.
En lugar de mostrar el botón tradicional de «comprar», Steam ahora muestra «Añadir al carrito» cuando los usuarios seleccionan un juego. Además, ha introducido un mensaje claro que aparece en la sección del carrito de compras, indicando que la compra otorga una licencia para el producto, no el videojuego en propiedad. Aunque sigue apareciendo un botón de «comprar» al finalizar la transacción, el cambio asegura que los usuarios estén informados de que lo que realmente están adquiriendo es una licencia que podría ser revocada si el editor pierde los derechos del producto.

La ley de California, impulsada por la legisladora Jacqui Irwin, busca hacer que las tiendas digitales y editoras extiendan la duración de las licencias, y que ofrezcan alternativas más favorables para los consumidores, como las suscripciones o el alquiler de contenido. Con este enfoque, se intenta que los consumidores no se queden sin acceso a sus productos digitales si los acuerdos de licencia de las editoras expiran.
Aunque este tipo de acuerdos de licencia ya figuraban en los términos y condiciones de muchas plataformas, como PlayStation, Xbox, Nintendo y iTunes, la nueva legislación obliga a que se aclare durante la compra y no sólo en la letra pequeña que muchos usuarios no suelen leer. La ley excluye los juegos gratuitos y aquellos que no requieran conexión a internet. Sin embargo, Steam ha decidido aplicar este aviso en todas sus compras, independientemente de las condiciones del juego.
El propósito de esta normativa es garantizar mayor transparencia y mejorar la protección del consumidor en la compra de productos digitales. También se espera que fomente la negociación prolongada de licencias para que los juegos y otros contenidos estén disponibles por más tiempo, y que surjan nuevas opciones de consumo como el alquiler o suscripciones que eviten la pérdida de acceso a estos productos.
Este movimiento por parte de Steam es uno de los primeros pasos hacia un cambio más amplio en cómo se gestionan las licencias de productos digitales, y podría influir en otras plataformas a seguir su ejemplo en el futuro.